domingo, 31 de octubre de 2010

No hay nada mas perfecto que el amor: 1 Cor 13

Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.

Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios - el saber más elevado -, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.
Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.
El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.
No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.
El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías son también algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.
Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuándo me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las vemos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido. Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.

sábado, 23 de octubre de 2010

El camino de la vida

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“… la vida, al fin y al cabo, es un camino donde lo mejor que podés hacer es encontrar cosas que te sirvan para cultivar tu alma, para sentirme bien con vos mismo, para encontrar el camino hasta Dios…” lo único es también desarrollar tu criterio y madurez para decidir qué es lo que mejor puede ayudar en la causa…
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martes, 12 de octubre de 2010

dos entes imperfectos, en una relación perfecta

"Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien" William Shakespeare.
Para mi, seguís siendo la persona que me acompañó de regreso a la casa, con la que pude hablar y sentir que compartíamos más que solo un momento de compañía... te agradezco que podas soportar todo lo idiota que he sido... te quiero demasiado, esto no borrará nunca lo que dije, pero sé que eres la persona perfecta para mi.