sábado, 19 de junio de 2010

Lo que un idealista suele llamar sinceridad

Al parecer todos funcionan de una forma mucho mas simple a la que uno logra entender el mundo, a mi propia concepción de lo que logro entender, todo es más difícil de razonar, incluso tratar de poner esto en palabras que se entiendan es confuso. Por un lado me siento feliz, por otro lado me siento ahogado en un tumulto de ideas que solo logran hacer disminuir en importancia mi repentina lucidez y el dicho efímero sentimiento de felicidad.

Tengo que dejar salir tanto, pero mucho de eso hace daño… y de muchas formas es catártico sentir el caos salir de adentro, creo que en verdad disfruto estos momentos en los que intento descifrar mi cabeza y logro encontrar mas cosas que no conocía de mi y con las que no llego a ningún lugar. Tal vez solo es un repentino afloramiento de dramatismo… o algo más que eso. La verdad no se si quiero hacer caso a mi propio pensar, desde cuándo las propias soluciones son las que llevan a conquistar la propia razón, cuando todo logra hundirse es más fácil dejar aflorar la verdad y no dejar que sea el propio ego el que prevalezca sobre los asuntos del espíritu, porque es luchar contra si.

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