viernes, 8 de enero de 2010

Ironía: Control


Si la vida nos diera una oportunidad más y si el tiempo no fuera una invención surrealista del limitado entender humano… quizás en otro lugar, quizás en otro momento, quizás otra situación… quizás dos almas se podrían encontrar y ser lo que siempre debieron ser, sin importar siquiera el lugar, el momento ni la situación.

Si todo fuera menos complicado, y si nos atreviéramos a dejar que todo tome su propio ritmo y que las cosas se acomoden a su propio ritmo, y si tal vez no tratáramos de ser los amos de nuestra propia existencia. Porque quién manda en su propia vida, si lo son nuestras propias emociones quienes guían nuestro existir, tan irracionales como intensas e indomables, desprovistas de un sentido o de razón, causa y razón de las mil y una historias que dieron sentido a las vidas que dejaron guiarse por ellas. Solo al pasar el tiempo sabremos hasta donde nos atrevimos a dejarnos llevar y dejar que sean nuestras vidas las que tomen su propio rumbo.


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