No sé qué decir ni que pensar, y es que ¿qué somos si no somos del miedo?...
¡No, Mentira!, no somos del miedo, ni nos debemos al miedo, solo somos los que movidos por el miedo, no se atreven a llegar no a intentar. Pero qué sería de nosotros sin el miedo, porque si bien le miedo no nos deja desenvolvernos, es el miedo también, el que nos hace intentar llegar, lograr vivir… sentir miedo es de humanos, como llorar lo es de hombres. Existe el miedo que te hace moverte en el mundo, pero está el miedo que te destruye y no deja que seas quien en verdad sos.
Ah! Qué se yo del miedo, si es él quien lo sabe todo de mi. Y no con esto me defino, sino más bien, describo lo que hasta hoy he vivido, me falta mucho por vivir y lo único que espero es que el miedo, no maneje mis acciones ni piense por mí. En un día se cambia una vida, así como en una decisión se destruye un futuro, no es ajeno el sentimiento de indecisión y la falta de valor, pero todo es experiencia, vivir la vida a base de experiencia no es vivirla, sino repetirla.
Lo contrario sucede cuando es el miedo quien provoca que no queramos perder ni desperdiciar una oportunidad a vivir, es que es cierto, que el mayor miedo es venir al mundo y vivir esta vida sin haber amado.